LA POLIO
¿Qué es la polio?
La poliomielitis o polio es una enfermedad viral que puede afectar la médula espinal causando debilidad muscular y parálisis. El virus de la polio entra en el organismo a través de la boca, generalmente cuando las manos se han contaminado con las heces de una persona infectada. Es más común entre los bebés y los niños pequeños y ocurre en condiciones de higiene deficiente. La parálisis es más común y más severa cuando la infección se presenta en personas mayores.
¿Quién contrae la polio?
El número de casos de polio disminuyó enormemente en los Estados Unidos a raíz de la introducción de la vacuna en 1955 y el desarrollo de un programa nacional de vacunación. Los casos más recientes de polio que surgieron de manera natural en los Estados Unidos se remontan a 1979. La mayor parte de la población mundial reside en áreas que se consideran libres de circulación del poliovirus silvestre. Los viajeros a países en los cuales todavía se presentan casos de polio deben estar seguros de que son inmunes o si no inmunizarse antes del viaje. En el 2008 estas áreas incluían África, Asia del Sureste y el Mediterráneo Oriental.
¿Cómo se propaga la polio?
La polio se propaga cuando heces de una persona infectada se introducen en la boca de otra persona a través de agua o comida contaminada (transmisión fecal-oral). Es posible que se presenten algunos casos de transmisión oral-oral a través de la saliva de una persona infectada.
¿Cuándo y durante cuánto tiempo puede una persona resultar contagiosa de polio?
Los pacientes son más contagiosos de siete a diez días antes y después de la aparición de los síntomas. Sin embargo, una persona es potencialmente contagiosa mientras el virus esté presente en la garganta y las heces. El virus persiste en la garganta durante aproximadamente una semana después del inicio de la enfermedad y sigue presente en las heces de tres a seis semanas.
¿Cuáles son los síntomas de la polio?
Hasta el 95 por ciento de las personas infectadas con polio no presentan síntomas. Sin embargo, aunque no se adviertan los síntomas de todos modos pueden contagiar el virus y causar que otras personas la contraigan. Entre el 4 y el 5 por ciento de las personas infectadas presentan síntomas menores, tales como fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas y vómito. De 1 a 2 por ciento de las personas infectadas desarrollan un dolor muscular severo y rigidez en el cuello y la espalda. Menos del 1 por ciento de los casos de polio resultan en parálisis.
¿Cuál es el tratamiento para la polio?
No existe en la actualidad cura para la poliomielitis. El tratamiento involucra sobre todo apoyo médico para combatir los síntomas.
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